Este fin de semana nos hemos dedicado Maite, mi padre y yo a la instalación de diferentes elementos que aún faltaban por aquí.
Uno de ellos y del que probablemente me sienta más orgulloso es de los grifos de casa. Ayer vimos como el agua fluía desde los grifos y pasaba por los desagües sin perder ni una gota y muy importante... Sin dejar pasar olores. Que maravilla!!
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