
Los que me conoceis sabeis que de pequeño me apasionó el futbo pero cuando todos mis amigos pequeñines me excluían por ser merengue (eran culés) pensé que era mejor ir cambiando de afición deportiva. Hoy sigo siendo merengue, menos aficionado al fútbol y muuuucho más aficionado a los deportes del motor, algo que también era una y es una pasión para mi.
Dejándo de lado mis reflexiones sobre la niñez he de confesar que estas fotos las hice una tarde de finales del verano, con el sol cayendo, y mientras aprovechábamos el fresco para ir a buscar moras mis padres, Meme y yo. Cámara colgando como casi siempre me sorprendió el contraste de color tan brutal de este pequeñín entre las flores del anís. El objetivo del kit de mi cámara me permitió acercarme muchísimo (gracias Pentax) y las tomas quedaron curiosas pero siempre me he quedado con la sensación de que podría haber hecho más. Espero que os gusten.
